Definitivamente una de mis favoritas.
Requiem por un sueño no es una película común y corriente, básicamente se estructura en tres fases que evolucionan (empieza en un 'frío' verano, sigue un tibio otoño, y termina en un infernal invierno) cada una marcada por ritmos, música, emociones y narrativas diferentes.
La historia gira en torno a cuatro personajes, cada uno con sus sueños que nunca se llegan a materializar porque sus propios propios métodos terminan autodestruyendo a este grupo de yonkis.
La moralina está claramente expuesta sobre todo al final de la película donde pareciera que Aronofsky trata de darnos una lección de "no a las drogas", pero eso no le quita méritos al impecable trabajo en conjunto del film.
Al verla es importante poner atención a la música de Clint Mansell, que es, en mi opinión, clave para que al inicio saboreemos la película y al final nos atragantemos con esa catarata de imágenes que sólo los buenos estómagos resisten.
Calificación: 10/10 (Ellen Burstyn, Darren Aronofsky y Clint Mansell son los artífices de un trabajo en conjunto con resultados perfectos)
0 comentarios:
Publicar un comentario